Fea, dirán algunos, antigua, estropeada, pequeña. No será una belleza, pero a mí me ha acogido y me ha hecho sentir como el más feliz durante el tiempo que he vivido en ella.
No merece la pena amargarse pensando en si hay vida después de la muerte, pues todos moriremos algún día.
Lo que hay que preguntarse es si hay vida antes de la muerte, aprovechar la oportunidad, y no cegarse con el miedo a morir.
Vive la vida, vive tu vida.
Lo que hay que preguntarse es si hay vida antes de la muerte, aprovechar la oportunidad, y no cegarse con el miedo a morir.
Vive la vida, vive tu vida.
martes, 13 de noviembre de 2012
Una de reflexión.
Una puerta adintelada, de madera, de un color verde tan oscuro que casi te puedes perder en él, con cierto olor a pintura y muy deteriorada. Una fachada color ''tierra de Sevilla'', bastante estropeada, con varias grietas a lo largo de ella, y muy deteriorada. Al entrar, una cancela con más años que el más anciano del país, que deja entrever un pequeño patio andaluz de planta cuadrada, por la que penetran la intensa luz del Lorenzo, llenando de caricias al mármol que inunda el suelo, enfadando a los coloridos azulejos que miran con recelo a su compañero, buscando tener más protagonismo, y ocultando al estropeado y viejo techo que asoma tímidamente por esa arcada anterior que parece esbozar una sonrisa invertida.
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